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No se ocuparán de seguridad, sino de escoltar distribución de alimentos Población haitiana
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sigue éxodo de Puerto Príncipe hacia interior del país
Puerto Príncipe. AP, EFE, DPA, AFP. Decenas de soldados estadounidenses aterrizaron ayer en los jardines del palacio presidencial de Haití en medio de vítores, pero también de sospechas por la “ocupación”, de cientos de víctimas del terremoto de 7 grados que hace ocho días destruyó al país.
Los haitianos se abarrotaron en la verja del palacio con cara de sorpresa ante el impresionante aterrizaje de varios helicópteros.
“Estamos felices de que lleguen, porque tenemos muchos problemas”, dijo Fede Felissaint, un peluquero.
Sin embargo, otros centenares asistieron con cierta ira al acontecimiento, considerando que es una pérdida de la soberanía. “Es una ocupación. El palacio es el país, representa nuestro poder, es nuestro rostro, nuestro orgullo”, criticó Feodor Desanges.
Las tropas se desplegaron en puntos estratégicos de Puerto Príncipe para asegurar la atención humanitaria.
Por ejemplo, se desplegaron en el Hospital General y tomaron control de la entrada.
“No tenemos control del hospital. Las personas vienen en busca de trabajo, incluso extorsionan a la gente. Hay muchos robos, enfermos a quienes le quitaron sus cosas. No logramos controlar a todos. Es por eso que los llamamos”, explicó el jefe de seguridad del establecimiento, Limar Angrand.
“Nada que ver con una ocupación”, dice. “Vista la situación, necesitamos manos. Muchos de nuestros agentes están heridos”.
Escolta. El general brasileño Floriano Peixoto, jefe del contingente militar de la Misión de la ONU en Haití (Minustah), dijo que las tropas de Estados Unidos y Canadáno patrullarán las calles ni se ocuparán de la seguridad, sino de escoltar las operaciones de distribución de alimentos.
Aclaró que la distribución exacta de tareas será decidida con precisión en un memorándum de entendimiento que será firmado en los próximos días entre esa Misión y los gobiernos de ambos países.
“Los norteamericanos estarán encargándose de la ayuda humanitaria, y nosotros de la seguridad, lo que no significa que no estemos en condiciones de prestar también ayuda humanitaria”.
Las fuerzas de la ONU ayudarán a controlar brotes de violencia que demoran la distribución de provisiones, privando de ayuda a muchos haitianos, una semana después del terremoto de 7.0 grados que dejó hasta ahora, según el gobierno haitiano, 75.000 muertos.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer el envío de 2.000 soldados para sumarse a los 7.000 efectivos de las fuerzas de paz y 1.500 agentes para la fuerza policial internacional de 2.100.
Más pistas de aterrizaje. El puerto de la capital sigue bloqueado y el único aeropuerto se ha convertido en un cuello de botella que los militares estadounidenses intentan romper. Pretenden abrir dos aeropuertos alternativos en un plazo de entre 24 y 48 horas “para aliviar la presión sobre Puerto Príncipe” , dijo el general Daniel Allyn en Washington.
En tanto, decenas de miles siguen durmiendo en las calles o bajo hojas de plástico en campamentos improvisados.
Los socorristas han distribuido más de 250.000 raciones de alimentos por día, la mitad de ellas entregadas por Estados Unidos, de acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), pero la cifra dista de ser suficiente.
Miles de víctimas del terremoto en Haití han iniciado un éxodo hacia el campo tratando de huir del hambre y la violencia en la destruida capital.
“Miles y miles se van, nunca he visto tanta prisa, incluso en Navidad”, dijo Garette Saint-Julien, chofer, quien intentaba controlar a la multitud frente a su autobús en Portail Leogane, un suburbio donde se reúnen los autobuses que van a la península sur del país.
Fuente: NACION.COM